Conclusión

Nuestra conclusión puede tener dos lecturas diferentes: 
1. La primera, intentar analizar la razón por la cual los resultados no han sido los esperados.
2. La segunda, estudiar los posibles usos que podría aportar la capacidad antibiótica del veneno de las salamandras sobre la Carnobacterium maltaromaticum.

Posibles errores durante la investigación.

Analizar los posibles equívocos producidos en un proyecto, también es una práctica común durante una investigación científica. Concretamente, examinando paso a paso el proceso, podemos encontrar varias fuentes que puedan producir resultados fallidos. Como por ejemplo:

- Usar "agar nutritivo" para aplicar el método de difusión por agar o método Kirby-Bauer. Este método requiere el uso del medio de cultivo de Müller-Hinton, el cual, favorece la difusión de las moléculas con posible capacidad antibiótica. Nosotros utilizamos agar nutritivo porque era el que teníamos en nuestro laboratorio.

- Otra posible fuente de error se puede encontrar en la disolución del veneno. Tras muchas pruebas decidimos usar agua destilada, Tween-80 y acetona, y a pesar de ello, no conseguimos homogeneizar las muestra. Nosotros usamos acetona pensando que las sustancias con capacidad antibacteriana del veneno eran alcaloides, es decir, grasas. Esta idea la intuimos del artículo "La relevancia biológica del veneno de salamandra" de Gerhard Habermehl. Pero, si las sustancias con capacidad antibiótica fuesen proteínas en vez de grasas, el uso de acetona estaría desaconsejado. De manera que, acabaría con la estructura de las sustancias proteicas. 


No obstante, tenemos pensado seguir con la investigación durante este tercer trimestre, para limar las posibles erratas de nuestra investigación.


Capacidad antibiótica del veneno sobre la Carnobacterium maltaromaticum.

Como se puede observar en la fotografía adjunta, el halo inhibición que se presenta en la cepa de Carnobacterium maltaromaticum es de unos 2 cm. De manera que, podemos afirmar que el veneno de las glándulas parótidas de las salamandra común posee actividad bactericida sobre esta bacteria.




Estudiando el género Carnobacterium sp. podemos descubrir que no se tratan de bacterias que produzcan enfermedades en humanos. Curiosamente, este género provoca infecciones en peces, los cuales, evolutivamente se encuentran muy cerca de las salamandras. Por tanto, puede tener sentido el hecho de que las salamandras se defiendan de este tipo de bacterias.

Además, buscando un uso indirecto para el ser humano. Podemos añadir que este género es el responsable de plagas de carnobacteriosis en acuicultura. Concretamente, en instalaciones dedicadas a la cría de peces de agua dulce y salada; como por ejemplo, la trucha, el salmón o el rodaballo. Esta enfermedad provoca daños en los órganos internos de los peces, entre los que encontramos, hemorragias en el hígado o hipertrofia en el riñón.






Finalmente, dejamos la conclusión a los verdaderos protagonistas de la investigación ... ver vídeo